Se retrasa el inicio de la aplicación de una parte de la nueva normativa bancaria establecida en Basilea III al año 2025, fundamentalmente el refuerzo de los «colchones» de capital exigibles a las entidades bancarias ( una especie de provisiones contracíclicas ). Que hay detrás de estas medidas, unos mecanismos muy sencillos:

  • el circuito de crédito bancario se está resintiendo de las subidas de tipos de interés necesarias para controlar la inflación
  • Mas exigencias de capital a la banca ( provisiones en previsión de impagos futuros por la recesión ) supone menos dinero disponible para créditos al consumo y la inversión

El efecto conjunto de estas dos medidas reduce la financiación global al sistema y ataca especialmente el incremento de consumo necesario para mantener el crecimiento de la economía ( recordemos que el consumo es aproximadamente un 60% del PIB ). Subida de costes, guerra en Ucrania e inflación no controlada, un coctel explosivo que invita a medidas de este tipo en un momento en que la banca se encuentra con unas cuentas saneadas.

¿ Que nos traerá el futuro ? Depende de la intensidad de la recesión que nos espera como consecuencia del ataque necesario por parte de los Bancos Centrales a la inflación generada.

Como diría Keynes: » un inversor es una persona que corre riesgos de los que no es consciente «

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