Parece que llega la era del fin de los tipos de interés negativos que afectaban a la rentabilidad de los bonos soberanos, a las referencias de revisión de los préstamos hipotecarios, a la tasa de depósito de la banca en el Banco Central Europeo y, todo ello, en un entorno de inflación elevada y diría yo, hasta descontrolada ( En España se ha situado en mayo en el 8,5% frente a un 8,1 de la Union Monetaria Europea )

La nueva situación modifica las hipótesis de partida de la banca y la va a llevar a efectuar modificaciones importantes en las masas patrimoniales de su balance para tratar de mejorar su cuenta de resultados dentro de este nuevo entorno, y todas las consecuencias no parece que vayan a ser positivas. La supresión de gran parte de la red comercial debería conducir a que la banca reduzca sus comisiones, si no quieren perder muchos más clientes en favor de las fintech existentes que operan exclusivamente online, de hecho algunas entidades ya han reaccionado ofreciendo también cuentas online sin comisiones y sin condiciones. Por no hablar de la posible pérdida de control del sistema de pagos a causa del avance de las monedas digitales que desarrollan los Bancos Centrales ( euro, dólar, yuan )

En la parte del activo el hecho más importante lo supondría la revisión de la cartera de operaciones hipotecarias a tipo de interés variable y la mejora del margen de intereses , sobre todo en aquellas entidades con un peso relativo importante de este tipo de financiación en su balance ( se calcula que una subida de un 1% en los tipos de interés puede producir una mejora del 20% en los márgenes ). Habría que puntualizar aquí la importancia que adquieren las coberturas realizadas para la cartera de Préstamos Hipotecarios a tipo fijo, figura que se ha generalizado en los últimos años, porque va a resultar fundamental en este entorno de subidas de tipos, y una mala cobertura puede perjudicar seriamente la cuenta de resultados.

En el activo también aparece un fuerte impacto negativo sobre los activos financieros, en particular sobre la cartera de bonos soberanos y la renta fija corporativa ( al subir los tipos el valor de mercado de los títulos desciende) generando posibles deterioros si están contabilizados como » disponibles para la venta «. Creo que la banca española ha hecho un buen trabajo aquí y ha reducido de manera importante su cartera de títulos públicos para poder iniciar otra vez las compras, ahora que los tipos suben ( la cifra de balance es aproximadamente el 10% del total activo )

En la parte de la inversión crediticia el incremento de los tipos de interés añadido al aumento de costes laborales y de materias primas causará graves problemas al sector empresas y afectara tanto a la capacidad de repago de las operaciones concedidas como a la concesión de nuevas operaciones.

En la parte del pasivo o financiación se van a producir dos efectos:

  • la subida del coste del pasivo en forma de depósitos que la banca ha tenido a coste cero, ó incluso repercutiendo la tasa marginal de depósito negativa del BCE (-0,50%), aunque se espera que este incremento sea progresivo y no debería afectar mucho en este ejercicio 2022. En septiembre se espera que la tasa se sitúe en positivo ( se estima entre 0,50 y 1 % )
  • El incremento del coste de las emisiones de deuda producido por el fin del programa de compras del BCE y la barra libre de liquidez concedida las entidades bancarias. La banca tiene aproximadamente 2 billones de liquidez inyectada por el BCE en los programas TLTRO III ( aquí si las entidades mantenían el flujo de crédito cobraban el 1% ) . En junio dejan de cobrarlo para el último ejercicio y no parece que la banca vaya a cancelar anticipadamente estas operaciones en este entorno de subida de tipos porque endeudarse en el mercado le resultará más costoso y, si el BCE preveía reducir el balance a costa de estas devoluciones tempranas, creo que tendrá que esperar un poco.

Y la variable más importante para el sistema bancario, la evolución de la morosidad , se habla mucho de los préstamos ICO, de la renovación de la carencia, del aval público. Yo no veo aquí grandes problemas , veo más reestructuraciones que impagos, las entidades bancarias han hecho los deberes y la cifra de impagos ( 4,2% en diciembre de 2021) se ha mantenido estable. Otra cosa será el incremento de la carga financiera que, sumado al aumento desbocado de la inflación, pueden traer problemas a las empresas y volver a disparar la ratio de morosidad. Al igual que el índice de impagos de los préstamos a particulares concedidos por la banca y las startup financieras en este último «boom» de consumo, que podría incrementarse mucho en los tramos de renta más baja.

El efecto final de este nuevo escenario dependerá de la estructura de balance de cada entidad bancaria y, en mi opinión, en general será favorable a la banca siempre que las cifras de morosidad se contengan, el sistema bancario debería, en estos momentos, formar parte de la solución y no del problema (como lo fue en la recesión de 2008).

Se vuelve a hablar de burbuja inmobiliaria, restricción de crédito, todo esto dentro de un escenario desconocido desde hace décadas, la estanflación, les suena, la recesión puede estar a la vuelta de la esquina. En mi opinión el año 2022 se salvará en España gracias a la vuelta del turismo, el año 2023 posiblemente por el efecto de los fondos europeos next generation utilizados ( se calcula que impactaran positivamente un 2% en el PIB) pero 2024 traerá mucho frío, ratio de deuda pública, prima de riesgo, estancamiento del PIB, winter is coming

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