Cualquier empresa hace referencia a las tres palabras mágicas que cobran especial importancia cuando se analiza el sector bancario en particular ¿ En qué orden habría que realizar el análisis ? O dicho de otro modo, ¿ qué concepto debe ser el prioritario para un funcionamiento óptimo de la empresa, de la bancaria en particular?

La respuesta mas fácil y lógica sería una combinación de los tres conceptos en su justa proporción. La dificultad para aceptar esta sencilla respuesta estriba en la fuerte correlación que existe entre los tres conceptos y en que la fortaleza o debilidad histórica de la combinación entre ellos depende del momento del ciclo en que se encuentre la economía.

2008: rentabilidad- solvencia- liquidez

Y para muestra un botón, ¿ que pasó en la recesión de 2008 ? Había una rentabilidad elevada y ficticia a causa del elevado apalancamiento y la calidad de unos activos enmascarados en falsos ratings.

Llegó una pérdida progresiva de solvencia a causa de las ventas forzadas de activos y las pérdidas sobrevenidas por el fenómeno «subprime «.

Y , finalmente , se produjo el «batacazo» por la falta de liquidez para poder cumplir los compromisos, lo que empujó al cierre de las empresas.

Y todo este proceso se trasladó a las entidades bancarias, con el peligro añadido de la pérdida potencial del dinero de los depositantes, dentro de una especie de casino financiero construido a base de derivados.

2020: liquidez- solvencia- rentabilidad

¿ Qué nos está pasando ahora a partir de la aparición de la pandemia del Covid 19 ? ¿ O qué nos puede pasar ?

Deberíamos empezar al revés el análisis, la situación de liquidez del sistema bancario es más holgada gracias a los apoyos de los Bancos Centrales y a la disminución de la financiación otorgada.

El apalancamiento de las entidades se ha reducido y podemos dar dos ejemplos: el ratio LTD o loan to deposit se encuentra en 2021 por debajo del 100 y los nuevos coeficientes de liquidez LCR y NSFR establecidos por Basilea III se cumplen con mucha holgura.

Hay cifras razonables de los ratios de solvencia ( por encima del 15% la media de la Eurozona en el ratio de capital CET 1) y la morosidad se encuentra en cifras bajas ( ratio del 2,1% en Bancos de la Eurozona y del 4,29% en noviembre 2021 en los bancos españoles, punto mas bajo desde marzo de 2009)

El punto débil actual es la rentabilidad de las entidades financieras por la caída de márgenes producida en un entorno de tipos de interés cercanos a cero ( incluso negativos en escenarios europeos )

La morosidad «latente» podría suponer un peligro generado por el tratamiento fiscal de emergencia aplicado por los gobiernos a los graves problemas de la pandemia actual.

La rentabilidad sobre fondos propios de los bancos se ha situado por debajo del coste de capital durante este período, aunque ya han aparecido brotes verdes en 2021 en las entidades españolas ( ROE del 11,63% en septiembre 2021)

¿ Qué variable deberíamos elegir ?

Claramente la rentabilidad porque es el origen de la solvencia de las entidades, y mientras exista ésta ,nunca peligrará la confianza en el sistema y, por tanto, la liquidez de las entidades de crédito.

y ¿ en qué se basa esta rentabilidad ? Básicamente en el buen fin de los proyectos financiados. ¿ Podría peligrar este resultado por el incremento de los tipos de interés que puede conllevar el escenario actual inflacionista?

Claramente sí, porque los proyectos acabaran siendo afectados por el incremento del coste financiero y de las materias primas , en un entorno como el actual de «shocks » de oferta cuyo origen es la rotura de las cadenas de suministro globales.

Como contrapartida, la maltrecha cuenta de resultados de la banca mejorará por la subida de los tipos de interés , efecto que se añadirá a la mejora de las comisiones del negocio fuera de balance y al recorte de los gastos de explotación.

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